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2 de marzo de 2023
«startups» Inversión en sociedades de base tecnológica
16 de marzo de 2023Dos requisitos para empezar a pensar en financiación :
a) Un plan de negocio «Business Plan»
Es la carta de presentación, el mapa de viabilidad de la empresa que se quiere lanzar, hay que darle al inversor confianza, demostrar la solvencia de ideas, de negocio y ser convincente. «Si tú mismo no crees en tu plan de negocio, ¿cómo vas a conseguir que otros crean en él?».
b) El modelo de financiación
Hay que elegir el modelo de financiación que más se adapte al plan de negocio.
La financiación puede ser interna o externa:
Financiación interna = autofinanciación.
Todos los recursos que el propio proyecto o negocio se generan al desarrollar su propia actividad.
Existen dos modalidades de financiación interna:
1. De mantenimiento: Las amortizaciones y provisiones que sirven para para mantener el valor de los activos de la empresa.
2. De enriquecimiento: Recursos para reinvertir y aumentar el valor de la empresa en busca de crecimiento.
Financiación externa = Los recursos financieros que proceden de fuera de la empresa.
A su vez, se divide en dos tipos:
1. Interna: la realizan los propios socios mediante aportación de capitales.
2. Externa: la aportación de capital por personas ajenas a la empresa, inversores privados, etc…
Fuentes de financiación externa :
1) Financiación bancaria
Antes del 2008, solicitar un crédito o préstamo a una entidad bancaria era la opción por defecto. Sin embargo, se está descartando el Banco como única posibilidad, puesto que en la actualidad exigen demasiadas garantías.
2) Incubadoras y aceleradoras de negocios
Su objetivo es garantizar y acelerar el despegue de «Startups» a cambio de un porcentaje del capital de la empresa.
Los emprendedores suelen compartir los recursos y esto les permite hacer contactos, compartir experiencias y, crear una comunidad del conocimiento.
El objetivo y funcionamiento de una aceleradora es similar, solo que suelen asumir proyectos de emprendedores que ya tienen un modelo de negocio desarrollado.
3) Business Angel (BA)
Son inversores que financian proyectos emprendedores a título individual, con dinero propio, y con la perspectiva de obtener un beneficio 4 ó 5 veces superior a cualquier otro tipo de inversión en un plazo de 1 a 5 años.
Al tratarse, generalmente, de inversiones con un riesgo considerable, el retorno o payback de la inversión que se espera, también es mayor.
Además, los BA también pueden implicarse en el negocio aportando sus conocimientos y su experiencia empresarial.
4) Venture capital (VC)
Más conocido como «capital riesgo».
Las inversiones suelen ser muy altas, y consisten en adquirir una parte del activo de un empresa, aumentar así su valor y retirarse tan pronto como la inversión haya generado sus frutos.
Todos ellos invertirán en tu «Startup», a pesar de los peligros que supone en una fase temprana estar pensando más en los potenciales beneficios, que en los riesgos.
5) Subvenciones y ayudas públicas
Las ayudas públicas no suelen ser la solución para las «startups» dado que en la mayoría de casos solo servirán para financiar parcialmente el negocio.
Además, para poder optar a las ayudas debes presentar una cantidad ingente de documentación y garantías sólidas de éxito.
No obstante, no deja de ser un recurso más, y merece la pena explorar sus posibilidades cuando se está buscando financiar un proyecto empresarial.
6) Crowdfunding
Este tipo de financiación se consigue a través de plataformas en la Red, que permiten descubrir y dar vida a proyectos originales.
Si los proyectos llegan a los objetivos de recaudación, es decir al capital que se necesita, entonces se obtiene la financiación para darles vida.
Podríamos distinguir dos modelos de financiación dentro del crowdfunding:
Lending: los inversores reciben un tipo de interés por el capital invertido, que oscila entre un 10 y un 15%.
Enquity: cada inversor recibe un promedio de entre un 10 y un 25% del dinero invertido en acciones o participaciones.
7) Las 3F (family, friends, fools)
Aunque está la última en la lista, suele ser la primera fuente que debe plantearse el emprendedor.
Se necesitan unos 6.000 euros para llevar a cabo los trámites iniciales: constituir la sociedad, hacerse con la marca o el servicio de notaría, abogados, gestorías, equipos y oficinas, etc.
Antes de salir a buscar cualquier tipo de financiación externa, es fundamental ver que el emprendedor ha destinado sus propios recursos en el nuevo proyecto.
Solicitar una pequeña inversión a familiares y amigos tiene como ventaja la posibilidad de acceder a fuentes de financiación que no te exigirán intereses ni interferirán, por lo general, en tu forma de gestionar el negocio.
Sobre los fools o «locos»; no poseen una relación de consanguinidad, ni tampoco forman parte del círculo de amistades del emprendedor. Sin embargo, ya sea porque se han dejado cautivar por su carisma, o por lo atractivo de la idea, están dispuestos a participar aportando capital.